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Quedé profundamente conmovido...

Foto del escritor: José IsabelJosé Isabel

Actualizado: 3 jul 2020

...un día cualquiera, dentro de toda la incertidumbre generada por el coronavirus, por la pandemia, por la cuarentena, por días de tanta oscuridad. Llegué a la planta baja del edificio donde vivo a buscar un delivery y me encontré con uno de los gestos más bonitos y nobles que vi en mucho tiempo.



Para serles completamente sincero, antes de comenzar a escribir estas pocas líneas, me quedó algo sumamente claro, y es que lo que escribiera, iba a fluir como el agua porque solo tendría que plasmar muchos de los pensamientos y sensaciones que he tenido a lo largo de este año.


Sentir un gesto tan genuino, tan cerca de uno, estremece los sentimientos del más duro. Porque la pandemia tocó al rico y al pobre, al negro y al blanco, al citadino y al campesino, al gerente y al trabajador informal, al duro y al romántico... ¡A todos!


Yo, quedé profundamente conmovido al ver una pequeña mesa plegable, extendida al lado de la entrada del edificio. En ella habían algunos huevos, varias papas, unos cuantos paquetes de pasta, granos, arroz y sal, así como unos enlatados y una botella de aceite.




Si usted puede ¡DONE! y si usted necesita, ¡TÓMELO!

Cuando leí esto, muy en el fondo entendí que ¡la situación era real! Que habían miles de personas a las que la vida, de la noche a la mañana, simplemente les cambió. Sentí que la sociedad no volvería a ser la misma después de que todo esto acabara; o bien porque en el peor de los casos la humanidad se extinguiría producto del virus o bien, porque muchos de los patrones y sistemas tanto económicos como sociales, se deberían revisar a fondo.


Habría que ver, qué tanto va a cambiar la sociedad después de que todo esto pase. La gran pregunta será; al menos a mi modo de ver, si en realidad, ¿los más poderosos donarán? Tendrán ese sentido de humanidad tan latente, que dejarán de lado el instinto de #acaparamiento de riquezas y ofrecerán a los más desposeídos un pedazo del pastel. Pero también, está el otro lado de la moneda, cuántas personas, empresas, sociedades e incluso países, se harán los afligidos y tal vez, no exploten por completo sus potencialidades; sino, que posiblemente se sienten a esperar las posibles ayudas de los más poderosos. Pienso que para que todo marche bien, debe haber de lado y lado una carga importante y real de sinceridad, de honestidad y de realismo para que todos reciban en su justa proporción un pedazo del pastel.


Se consiente y solo toma lo que necesites; unidos todos lo lograremos.

Desde que leí esa frase, lo primero que me vino a la mente fue la película "El Hoyo" (la cual me encantó) porque cuando la vi, sentí que a pesar de tener una trama muy cruda; en el fondo, trataba de la sociedad y de su lado oscuro, de sus vicios, del egoísmo, de las injusticias pero también hacía alusión a la esperanza de la misma sociedad, al orden, al poder que tiene la organización, a la esperanza, a la vida. Una vez que todo vuelva a la normalidad, nos tocará como individuos racionales, quizás, hacer la elección más importante de nuestras vidas y dicha elección, no será otra que, saber de qué lado de la sociedad estaremos, del lado oscuro o del lado de la vida, cada uno escogerá, ya yo elegí, ¿y tú?


La solidaridad es la ternura de los pueblos.

José Isabel | Cocinero

Junio 2020

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