Si eres un entusiasta de la buena cocina, de los mejores alimentos, de las técnicas más innovadoras y de los mejores chefs del mundo, seguramente, en alguna oportunidad, habrás escuchado de esta guía.
Primero que nada, vamos a centrarnos en el tema sobre todo, para los que no manejan el contexto de la guía. La guía #Michelin, es como el premio Oscar para el mundo de la gastronomía. Se le otorga a la excelencia, a lo mejor de lo mejor.
Lo más curioso es que su origen, estaba muy lejos de ser lo que es hoy en día. Esta guía, es la muestra más inequívoca de que el destino puede cambiar radicalmente una idea original.
La empresa de neumáticos Michelin, se creó en el centro de Francia en Clermont-Ferrand, en el año de 1.889 por André y Edouard Michelin. Para impulsar aún más la incipiente industria automovilística y por consecuente, la venta de neumáticos que para la época contaba con menos de 3.000 autos en todo el país, los hermanos Michelin, apostaron por obsequiar una pequeña guía que contenía: mapas, instrucciones para cambiar un neumático, dónde recargar combustible, así como un listado de lugares para alojarse y que en sus instalaciones tenían restaurante.
Durante veinte años, la guía fue gratuita. Hasta el día en que André Michelin, se presentó en un taller de neumáticos y quedó en shock al percatarse que sus guías estaban siendo usadas como cuñas para una banca. André analizó la situación y actuó, siguiendo la premisa de que “el hombre solo respeta de verdad aquello por lo que paga”. Es así, como en el año de 1.920 se lanzó una nueva guía Michelin con un precio de 7 francos.
Sin duda alguna, los hermanos Michelin fueron unos visionarios, al punto de que supieron leer perfectamente el gusto de sus consumidores y el interés que generaba en ellos la sección de restaurantes en su guía.
Para refinar mucho más su clasificación, optaron por reclutar un equipo de misteriosos comensales, quienes hoy en día se conocen como "inspectores", para que visitaran y valoraran de forma anónima los restaurantes.
Convirtiéndose así, en el tatarabuelo jajajaja de todos los servicios digitales que nos ofrecen dicha información en la actualidad.
Seis años más tarde, en 1.926, tuvieron la grandiosa idea de refinarse aún más y colocar el sistema de estrellas para resaltar a los restaurantes más importantes (a su entender). Inicialmente solo se adjudicaba una estrella. Posteriormente, en 1.931, precedieron a estandarizar el sistema de clasificación, otorgando una, dos o tres estrellas.
Una estrella: representa a un restaurante muy bueno en su categoría. Para obtener esta distinción, el restaurante deberá recibir la visita de 4 inspectores durante el período de tiempo determinado para su elección.
Dos estrellas: indican una calidad de primera clase en su tipo de cocina. Será otorgada, luego de 10 visitas por parte de los inspectores.
Tres estrellas: reflejan una cocina excepcional que justifica un viaje solo para ser uno de sus comensales. Los restaurantes que compiten por esta distinción, son visitados por 10 inspectores y adicionalmente, los visitan inspectores internacionales y de la casa matriz de Michelin en Francia.
Los países con más restaurante con tres estrellas son:
Japón: 32
Francia: 27
Estados Unidos: 14
Italia: 11
España: 11
Alemania: 10
Hong Kong y Macao: 10
Reino Unido: 5
Holanda: 3
Suiza: 3
Singapur: 2
Corea del Sur: 2
Austria: 1
Bélgica: 1
China: 1
Dinamarca: 1
Noruega: 1
Suecia: 1
Taiwán: 1
Este sistema de estrellas, es hasta ahora, la única forma (y la más aceptada y respetada por el gremio) para comparar restaurantes y chefs, y así competir entre sí.
Si puedes visitar algún restaurante con alguna de dichas distinciones, no dejes de hacerlo, la experiencia valdrá la pena.
José Isabel | Cocinero
Julio 2020
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