Cuando hacemos lo que nos gusta, la palabra TRABAJO desaparece de nuestro diccionario y es sustituida por muchas otras como pueden ser PASIÓN, COMPROMISO, ALEGRÍA, LOGROS y algunas otras.
En nuestro rol de #cocineros, pocas veces tenemos la oportunidad de conocer a nuestros comensales de forma humana, de forma sincera; a veces cometemos el error de recordar con más facilidad una receta, un tiempo de cocción o los ingredientes de una salsa que el rostro o el nombre de alguno de nuestros invitados, esos que día a día nos honran con su presencia en nuestra casa.
Porque a la final, la fonda terminó siendo nuestra casa; ya que pasamos más tiempo en ella que en el lugar al que erróneamente tuvimos el atrevimiento de llamar casa… ¡ESTE SI ES NUESTRO HOGAR!
A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de recibir en algunos de los restaurantes en los que he prestado mis servicios a artistas, grandes #empresarios y hasta a expresidentes (extrañamente, nunca he recibido a un presidente en ejercicio de sus funciones; quizás Dios me ha protegido de lo malo). Siempre estaré agradecido porque a lo largo de mi carrera en la cocina, he tenido la oportunidad de ver muchas cosas y mucha gente, personas influyentes como los que les mencioné antes pero también en esta nueva etapa de emprendimiento en La Fonda, hemos estado mucho más en contacto con la verdadera gente, con el verdadero ¡PUEBLO! Gente de verdad, gente que trabaja sumando días y guardando en sus memorias miles de atardeceres.
Entre toda esa gente que también son agradecidos, que también saben expresar palabras de elogio y admiración por lo que humildemente le podemos ofrecer todos los mediodías, una sonrisa se destaca entre el resto… Y ESA ES LA DE RUTH, LA DE ¡LA SEÑORA RUTH! De seguro que se imaginan que esa señora debe ser un mujerón, pues no, es una mujer común y corriente, es empleada en una de las empresas que nos rodean, alguien como tú o como yo pero que en su sonrisa lleva el don de la verdad, de la inocencia (a pesar de sus años), de verle el lado bonito a la vida. Y quizás, ella cuando compra uno de nuestros almuerzos, siente que se está regalando el abrazo o la conversación que tanto ansía tener con alguien. De ella, lamentablemente no tengo más información… No sé si es soltera, casada, divorciada o quizás viuda… No sé si tiene 3 hijos o quizás no tiene ninguno… No sé si vive lejos o cerca de acá… No sé si de nosotros prefiere el pollo asado o frito, el arroz verde o los porotos rojos… Lo que sí sé es que (cuando tengo la dicha de topármela en el salón) me regala una de las sonrisas más cálidas que he recibido en mucho tiempo… DE ESAS QUE TE RECUERDAN QUE A PESAR DE TODO LO MALO, EN EL MUNDO AÚN QUEDAN PERSONAS SENCILLAS CON LA CALIDEZ A FLOR DE PIEL. De esas sonrisas que compran más cosas que el dinero.
Espero tener algún día el privilegio de sentarme a conversar con ella. Espero tener algún día la suerte de preguntarle y preguntarle cosas. ¿El por qué la razón de su sonrisa? (por ejemplo)… Quizás personas como la señora Ruth, tienen la verdadera fuente de la juventud y a lo mejor no es ningún secreto, tal vez, simplemente consiste en apreciar lo mucho o lo poco que cada quien tiene y saberlo disfrutar ¡al máximo! Regalarse uno mismo PEQUEÑOS MOMENTOS DE FELICIDAD y por su sonrisa, creo que al menos uno de esos momentos, se los regala cuando nos visita. …quién sabe si la respuesta a si está casada es un sí y el nombre de su esposo es ¡PABLO PUEBLO!
José Isabel | Cocinero
Abril 2020
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